En ningún momento fue nuestra intención que sintieran que les llamábamos la atención, pero para poder organizar bien la llegada de los huéspedes siempre pedimos saber la hora con tiempo, pero en el caso de Jacobo nos avisó con apenas 6 horas de antelación, para después decirnos, media hora antes de la hora prevista, que se iban a retrasar 1 hora. Somos consientes que cuando uno viaja pueden surgir mil imprevistos y no ha sido la primera vez te nos hacen esperar. El problema en este caso fue que en ningún momento nos informó más o menos de la franja horaria de llegada (mañana, tarde o noche) Entendemos lo que es viajar con niños porque también somos madres pero al vivir a más de 1 hora de distancia de la casa necesitamos un mínimo de tiempo para gestionar la llegada.